La mañana de Nochebuena nos gusta hacer galletas. Siempre decimos que son para las personas que queremos y que nos cuidan todo el año.
Me encantaría tener el don de la palabra de mi querida y gran amiga Marta Gris Berenjena, pero no lo tengo. Por eso, con todo el amor del mundo, le tomo prestado este texto, que me ha emocionado, y que puedo sentir en cada línea.
“Bueno, pues ya está aquí la cuenta atrás. Hoy vacaciones, los ánimos infantiles alborotados de puro entusiasmo…
Soy muy de Navidad. Ya he contado muchas veces que las cosas más señaladas de mi vida han rondado estas fechas. Me emocionan de verdad los momentos importantes, me encanta oir villancicos, pedir el aguinaldo, buscar regalos, preparar la mesa, la cena…
Pero la vida te va poniendo pequeñas grandes señales, va faltando gente, otra que está es como si no estuviera, algunos amigos se van, otros ni siquiera se acuerdan… Todos nos endurecemos con el tiempo y al final esa frase: estoy deseando que pasen.
Yo ya me he oído alguna vez algo parecido. Y no quiero ni me apetece que me robe la vida la ilusión, que es mía y está arraigada.
Quiero quedarme con la emoción de los niños, la mía propia, la de la gente que hace el esfuerzo por pequeño que sea, poner en la mesa un detalle para cada uno, un pequeño regalo bajo el árbol la mañana de Navidad, algo bien envuelto, una llamada, un mensaje, una sonrisa, un Felices Fiestas…”
Emocionante, y de verdad quiero que se me contagie todo eso… que es cierto que he ido perdiendo con los años. Quiero que Nicolás me pase todo ese espíritu y ser capaz de empaparme de cada una de sus sornisas…. Hoy, sin ir más lejos, su primera frase por la mañana fue: tengo mucha ilusión. Pues eso, por favor, por favor, por favor… espero este año conseguirlo…!!!! Gracias Marta, porque tus palabras me hacen reflexionar y voy a intentar poner toda la ilusión del mundo, no sólo en esas galletas ricas que están ahora mismo en el horno…
Nos despedimos deseando que tengáis una muy Feliz Nochebuena. De todo corazón.
Nico y Maria
